10.11.13

¿Amamos al amor o amamos a una persona? ¿Amamos lo que nos hace bien, lo que nos acaricia el alma? ¿Amamos a la persona que lo produce? ¿Qué amamos? ¿Qué es el amor? ¿Qué es amar? ¿Cómo se hace? ¿Cómo se empieza? ¿Cómo te das cuenta que amas? ¿Por qué el amor tiene tantas preguntas? Amar nos trae infinidad de preguntar, pero ¿nos trae respuestas? No, el amor viene así lleno de preguntas y sin ninguna respuesta, llega un día de pronto y avasalla se lleva con él todo a su paso, tus sueños, deseos, gustos. Nos cambia, nos llena, nos ama. Amar a una persona es una bendición, esa persona saca todo a la luz de vos, lo bueno, lo malo, lo lindo, lo feo, todo. Pero ese todo es uno mismo, es la plenitud, es la libertad. Así te amo, con toda mi plenitud, con toda mi libertad; nunca me sentí tan yo. Nunca tuve tantas ganas de seguir amando. El amor nos llena de cosas nuevas que ahora son compartidas los sueños, los deseos, los gustos, las anécdotas. El amor no tiene tiempos, llega de pronto y perdura en la eternidad.