11.9.13

Me enamoré de sus certezas, sus largas explicaciones, por ser la antitesis de mi estilo de vida. Me gustó lo apacible que era, lo excitante que se volvía, me gustaban sus respuestas e incomprensiblemente me gustaba no saber qué contestarle después. Me gustó que me quisiera a ratos y que se enojaba conmigo, que gustaba que me esperaba y que se vengaba dejándome esperandolo también. Me gustaba que me regañaba y después me besaba. Me gustaba que me contaba sus cosas y escuchaba las mías.

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