-Hola, ¿me oyes?. Te estoy hablando...

-Sí

-Hay veces que siento que no.

-Uf, otra vez con eso.

-Sí, siempre con esto, siempre con lo mismo. He vuellto.

-Pensé que ya no volverías.

-Yo también.

-Entonces?

-Me amas?

-Ya sabes mi respuesta, nada ha cambiado en este tiempo.

-Lo se, es que... soy tan mala para ti?

-No es eso.

-Entonces que es?

-Es difícil.

-Dimelo, aunque duela. Así podré resignarme.

-No lo hagas.

-Y a vos quién te entiende?

-No se.

-Pediste que me marchara.

-Nunca dije eso!

-Sí, lo hiciste.

-Ni yo se lo que quiero.

-No puedes jugar así conmigo.

-Lo se.

-Pero lo haces igual.

-Lo se.

-Debería marcharme.

-No lo harás.

-Lo se.

-No lo hagas.

-Me vas a pedir que me quede?

-No lo se.

-Entonces me iré.

-Bueno...

-Si?

-Quédate, pero sólo por ésta noche. No quiero que te ilusiones.

-Te amo.

-No arruines el momento por favor.

-No puedo mentirte, es la verdad.

-No empieces, sólo quédate así como estás.

-Si tu me lo pides, lo haré.

-Gracias.