
Y aun así sigo con esas marcas en mi cuerpo, las marcas que no pueden verse pero que puedo sentir. Siento como me queman, como la sangre y el ardor se mezcla haciéndome perecer, dejándome indefensa y vacía, como siempre me he sentido como nunca voy a dejar de hacerlo... Pelear contra vos es peor que pelear en el campo de batalla, luchar contra lo que anhelas es peor que desafiar a un asaltante que te apunta de frente y a la altura del pecho. Es inútil, por más que intento, no puedo alejarlo de mí, es peor que una adicción, muchas veces creo que una adicción seria el menor de mis problemas, empujo lo que amo, lo mando al diablo y eso, eso es horrible, es una pesadilla, soy como un asesino sin piedad, soy capaz de verlos a los ojos antes de matarlos soy tan sádica que les dedico la mas dulce de las sonrisas. ¿Qué diablos soy y que hice con lo bueno que había en mi?
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