La lluvia cae lentamente sobre su piel,empapa su cabello y lo despeina ,sus mejillas se ven ruborizadas por el frío , sus ojos cafés denotan alegría y confianza , sus labios tenuemente rosas esconden la sonrisa más hermosa que puede existir. El habla y al hablar sus palabras son una dulce melodía para mis oídos , el ríe y su risa es el más hermoso canto que puede existir. El me observa y tal pareciera que su mirada se adentra en mi alma y llega a mi corazón. El ,el todo es el. Caminamos bajo una tenue lluvia , a el parece no preocuparle nada , a mi me preocupa todo. Lo observo , miro sus ojos , sus hermosas pestañas , su negro cabello, su perfecta y armoniosa sonrisa , lo miro y espero que no se percate de que cada instante que lo observo guardo en mi memoria su hilarante perfección. Nos sentamos y hablamos de todo y de nada. Ahora en este preciso momento el lo es todo y no quiero hablar de eso. Una gota cae sobre su mejilla y el sonríe , si supiera que cada vez que sonríe se roba una parte de mi corazón , una parte de mi ser una parte de todo. Cualquier lugar se llena de luz con su presencia. Caminamos y mi alma no se encontenta con dejar que se vaya sin haber paso todo el tiempo posible con el. Suspiramos , yo por la emoción de estar a su lado ,el quizás por el sueño. Y así transcurren los minutos y cada vez se acerca más la despedida . Lentamente caminamos a mi casa, llegamos , lo abrazo y le digo gracias por todo , el se va y se lleva todas las palabras que no le dije. Yo me voy vehementemente feliz.